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jueves, 7 de octubre de 2010

SERES GÉNESIS Y EL ESTEREOTIPO DE LA CIENCIA FICCIÓN EN AMÉRICA LATINA

Recientemente fue estrenada en México un filme de ciencia ficción llamado “Seres: Génesis”http://www.imdb.com/title/tt1114731/. No es el primer proyecto que ha aparecido en las pantallas mexicanas durante este año, ya que en febrero fue estrenada "2033"http://www.imdb.com/title/tt1228915/, otro filme del mismo género. Como autor de ciencia ficción y amante del género, me siento profundamente decepcionado al respecto. ¿Por qué? ¿No debería yo apoyarlos ya que hice lo mismo? En 2010 aparece mi novela “Último Edén” en Ediciones Bhttp://www.edicionesb.com.mx/boletines/Junio-2010/ultimo-eden.html. Realmente no, no. ¿Y por qué? Porque los filmes son basura. Un reciclado asqueroso e inmundo de todos los clichés vistos de Hollywood. Podría decir que un filme de Hollywood, vacío, sin trama, sin guión, sin lógica y coherencia como “Resident Evil: Afterlife” es mejor que estos dos esfuerzos. Y les diré por qué.
“Seres: Génesis” de Ángel Mario Huerta sufre de la misma deficiencia que hizo naufragar un filme tan esperado por los fans como “Star Wars: Episodio I, la Amenaza Fantasma”. La historia comienza y no hay un claro protagonista. Podría ser el Profesor Owen, o el cazador, o el arqueólogo, pero jamás llegamos a conocerlos, es decir, no dejan nunca de ser unos monigotes en la pantalla que dicen diálogos vacíos y sin sustancia. Hay un supuesto romance, pero es tan creíble como las razones que tienen los actores de un filme porno para entablar una escena de sexo. Jamás se toma la molestia de que los lleguemos a querer, que nos importen, si nunca comprendemos cuál es la motivación de los personajes para hacer cualquier cosa que ellos hacen a lo largo del filme. Su motivación es como un hoyo negro, un vacío que les succiona el alma a los personajes y la de los espectadores.
Por otra parte, la fotografía del filme es infame. Todo el tiempo hay close ups de los personajes, incluso cuando la acción se desarrolla en exteriores. Al parecer no había presupuesto para escenografías. En las fotografías de producción muestran pantallas en verde, pudieron crear bonitos escenarios para que la acción se desarrollara en ellos, pero no lo hicieron. Incluso en un lago, bosques, selvas, ciudades, jamás luce el escenario, todos son close ups y escenas realzadas con graficas por computadora de lo más mediocre.
Todo el filme me la pasé preguntado: ¿Qué chingados está pasando? Por qué persiguen a los extraterrestres, por qué una empresa desperdicia sus recursos en una investigación que evidentemente no le proporcionará ningún beneficio económico, quién quiso matar al profesor Owen y no se tomó la molestia de rematarlo y darle el tiro de gracia, como lo hubiera hecho cualquier sicario de cinco mil pesos.
La psiquiatra se encariña con la niña y se encarga de llevarla a un orfelinato de monjas, donde de seguro le causarán terribles traumas psicológicos al infligir en ella todos sus traumas de frustración sexual. Sin embargo, nunca hay el suficiente tiempo para que la audiencia sepa por qué.
Al parecer, el director primero consiguió el dinero y después se puso a escribir el guión sin realizar ninguna clase de investigación o de tener una idea básica de cuál sería la trama en sí. Los personajes, como ya lo dije, jamás llegan a ser seres humanos, la audiencia nunca los conoce, ni nunca le importa lo que hacen pues nada tiene sentido. Y toda la acción ocurre tras bambalinas, la gente debe imaginarse increíbles escenas de acción pues el director no tiene los recursos para llevarlas a la pantalla. Lo cual es un evidente tributo a Juan Orol, el afamado Ed Wood de México.
Al decir que Resident Evil: Afterlife y toda la tetralogía de Resident Evil es mejor que esto es por lo siguiente. Al menos hay acción, hay escenas de batalla, combate, es una hermosa golosina visual. Sí, carece de guión, los personajes son planos y sin substancia, y nunca hay una explicación de cuál es la motivación de los personajes. Pero se ven cosas, uno se emociona y se entretiene por el tiempo que dura la acción, hasta que acaba la película y comprendes que filmes como Star Wars, Indiana Jones, The Matrix (la primera), Blade Runner, construyeron personajes creíbles, con motivaciones y tridimensionales, y con un objetivo claro que motiva todo lo que hacen.
Lo mismo ocurre con “2033” de Francisco Laresgoti, los personajes son planos, los villanos nunca hacen nada por lo cual realmente debamos odiarlos y la motivación del personaje principal es vaga. Y la premisa básica del filme es risible: un régimen totalitario que prohíbe la religión, cuando todos sabemos que Francisco Franco, Benito Mussolini, Augusto Pinochet, Jorge Rafael Videla, e incluso Adolfo Hitler, emplearon la religión católica como fundamento de su régimen dictatorial y la justificación moral de sus acciones de genocidio y exterminio de disidentes. El mismo PRI, a pesar de ser anticlerical, comprendió que la represión de la religión es una bomba de tiempo que desataría un estallido social inminente.
Estos filmes lo único que han hecho fue confirmar un estereotipo bien enraizado en la comunidad intelectual mexicana que ha frustrado el crecimiento de la ciencia ficción mexicana. Sí, que la ciencia ficción es infantil, que es basura, que es insustancial y que todo cineasta o escritor que desee ser tomado en serio debe evitarla como si se tratara de la misma peste. Pero eso no es cierto, y con ello doy dos ejemplos de dos directores mexicanos que han hecho filmes de ciencia ficción y fantasía, serios y exitosos críticamente. El primero es “Cronos” 1993 de Guillermo del Toro, donde hace una realista y visualmente interesante creación con un presupuesto limitado pero con millones y millones de dólares en imaginación y creatividad. Otro filme, aunque con presupuesto de Hollywood pero con talento mexicano es “Children of Men” o “Hijos del Hombre”, de Alfonso Cuarón, del 2006, que incluso fue nominado a mejor guión y mejor fotografía, con una escena de batalla impresionante.
La ciencia ficción no es para niños, es algo muy serio, es una forma de desfogar la imaginación y realizar una crítica más contundente a la realidad. No es golosina visual. Eso debe dejárselo para Hollywood y el crédulo público estadounidense que no sabe diferenciar la basura de la sustancia, pues no comprende cuál es exactamente la diferencia que hay entre Transformers y Avatar. Los mexicanos, no somos Hollywood, nuestra industria no es lo suficientemente fuerte para soportar el golpe de un fracaso de un filme de gran presupuesto, nuestra industria debe de realizar trabajos serios y críticos, como lo demuestran los mexicanos con mayor reconocimiento en el exterior: Guillermo Del Toro, Alejandro González Iñárritu, y Alfonso Cuarón. Hagan filmes basura en Hollywood, no aquí, que sólo dañan los esfuerzos de creadores y artistas que buscan ser realmente tomados en serio.

jueves, 22 de julio de 2010

EL AGENTE NARANJA, medio metraje de ciencia ficción

Si bien sé que he descuidado bastante este blog y a sus seguidores. Tal vez sea porque ha sido un fracaso debido a la desaparición de Blogs México, sitio donde se daban a conocer los mejores blogs del país y había participación de bloggeros de otras partes de Latinoamérica. Primeramente, deseo recordarles que mi novela "Último Edén" ya se encuentra disponible en librerias, si desean ordenar una copia pueden entrar al sitio de Gandhi y escribir mi nombre Gerardo Serrano Ramírez para ordenar una copia.
El motivo de este post es que he dado de alta un video en You Tuve llamado “El Agente Naranja” una versión corregida y aumentada de un corto de 17 minutos que hice en el año 2000 para una clase de lenguaje cinematográfico. La versión original fue escrita, filmada, actuada, editada, post-producida, musicalizada, exclusivamente por mí en un plazo menor de tres días. La versión original del año 2000 se encuentra de You Tuve pero por cuestiones de los derechos de autor de la música empleada el corto carece de banda sonora y diálogos, lo que le resta bastante de su encanto. La segunda versión la comencé en 2001, en mayo, pero debido a problemas de producción, se descompuso la cámara, no fue concluido entonces. Tuvieron que pasar casi nueve años para que el pietaje fuera editado con Windows Movie Maker, una herramienta excelente que permitió que la calidad del video no resultara tan deteriorada como resultó.
Fue finalmente editada en 2010 y musicalizado con música clásica libre de derechos de autor y una melodía compuesta por mi mismo –la que aparece al inicio en los créditos iniciales—Duh! Redundante. El corto o mediometraje dura unos 47 minutos; está dividido en cinco segmentos debido a que según las políticas de You Tuve un video no puede superar la duración de diez minutos; es algo largo, pero creo que es bastante entretenido. Lo hice con un presupuesto de siete mil pesos (cinco mil fueron para comprar una nueva cámara que sustituyera la perdida) y el resto para los costos de producción. La historia es parecida a mi novela, pura imaginación, pero dudo que algún creador de cortometrajes pueda jactarse de tener escenas de batallas épicas incluidas, de no ser las creadas con gráficas de computadora. Espero que los que se animen a verlo les guste.









miércoles, 23 de junio de 2010

PRÓXIMAS ENTREVISTAS DEL AUTOR DE ESTE BLOG

Como parte de la promoción de la novela “Ultimo Edén” (también conocida como “El Ataraxy”) daré algunas entrevistas en las siguientes radio difusoras.

--Martes 29 de junio 11:00 am Radio Nuevo León, vía telefónica.
--Miércoles 30 de junio 12:00 pm 1440 am en vivo en la cabina
--Jueves 1 de julio 9:00 am en Radio Educación.

Pequeña biografìa del escritor de la novela y el Blog. 

Gerardo Serrano Ramírez nació en la Ciudad de México el 16 de febrero de 1973 en el seno de una familia de clase media (con todo lo que ello implica). Licenciado en Periodismo y Ciencias de la Comunicación  en la FES Acatlán, perteneciente a la UNAM. Autor de la tesis Cuentos de Hadas Posmodernos: El filme de Adolescentes. Egresado del Diplomado de Creación Literaria de la SOGEM generación XL. Miembro del Taller de Narrativa impartido por el escritor y director de la Escuela de Escritores de la SOGEM, Mario González Suárez. Autor de otras novelas inéditas. Apocalíptico, asocial, escritor disléxico, defraudador del fisco, neurasténico empedernido, adicto legalizado al Zymbyax, adicto en remisión del Tafil, Sinogán, Ribotril y Adepsique. Financiador involuntario de las mafias farmacéuticas que esclavizan y desangran a neurasténicos con medicamentos de más de mil pesos la caja de 14 capsulas. (Esto último puede ser omitido y borrado de la cabeza del que lo leyese). 

sábado, 5 de junio de 2010

OTRA VEZ ES VERANO

Otra vez es mayo, otra vez es junio, otra vez llegó el verano. Y con el verano, Hollywood nos enjareta lo mejor de su producción, sus blockbusters, para horror y repulsión de los cineastas nacionales que se quejan de ser excluidos de las carteleras.
Pero, de nuevo, las decepciones, comenzando con la primera película: Iron Man 2. La primera, Iron Man, del 2008, fue una agradable sorpresa, mejor de lo que se esperaba y fue un éxito inesperado, tomando en cuenta que en ese año también fue lanzada, “The Incredible Hulk”, personaje mejor conocido que Iron Man, en un intento de darle vida a una franquicia que fracasó en su primer intento de Hulk, the Ang Lee, de 2003 (Que por cierto tiene un bizarro homenaje a la película mexicana de Alejandro González Iñárritu Amores Perros, donde Hulk se pelea con tres perros callejeros llenos de rayos gama y son guiados por un ropavejero muy similar al asesino a sueldo de la ya mencionada película).
El resultado es que Iron Man ganó 316 millones de dólares en taquilla en EUA y Canadá, y 560 mundialmente, en tanto Hulk hizo unos decepcionantes 127 millones en EUA y Canadá y menos de 300 mundialmente. La razón del éxito de Iron Man se le atribuye a su protagonista, Robert Downey Jr. que se la pasó improvisando todo el guión al lado del director.
Pero llega la inevitable secuela, junto juguetes y juegos de video, y qué resulta, los creadores tratan de sacar una historia balanceada, una crisis en el personaje que lo hace derivar hacia el fracaso. Tony Stark está envenenado por el pequeño reactor de su pecho y su vida corre peligro, el personaje de Mickey Rourke está resentido con él, Iron Man, pues su padre murió en la miseria después de haberlo ayudado al padre de Iron Man a conseguir su vasta fortuna. El filme equilibra acción de computadora, acción convencional, con desarrollo dramático de los personajes, con el resultado de ser algo sosa e insatisfactoria. Pudo ser más, si hubiera tenido un villano más ambicioso. Por otra parte, la trama es idéntica a la de Robocop 2. Donde aparece un sucesor de Robocop creado por un rival, apareciendo un Robocop encarnado por un psicópata, con el clímax idéntico, ya que Iron Man 2 y Robocop 2 ocurre cuando el empresario corrupto rival del protagonista, presenta al sustituto del protagonista, resultado que se rebela y estalla la batalla campal, con los asistentes a la presentación como víctimas colaterales.
Llegan otras películas, Robin Hood es revivido otra vez, está vez por el casi anciano Russel Crowe aunque dirigido por Ridley Scott, creador de Alien, Bladerunner y Gladiator. Pero la película simplemente se estanca y después de tres semanas ya está de salida. Aparece la inescapable secuela de Sex and the City 2 y la película que nadie esperaba Prince of Persia, The Sand of Time, y la cuarta parte de Shrek, Shrek Forever After. Todas estas películas han ganado menos de lo esperado dando como resultado el fin de semana feriado del Memorial Weekend más decepcionante de los últimos nueve años.
Siguen Toy Story 3, con la garantía de Pixar nunca saca una película con un guión fallido, aunque es otra secuela, siguen Eclipse, sigue Knight and Day con el lunático cienciologista de Tom Cruise y la desabrida Cameron Díaz, sigue otra de Predators, y lo único que parece que trascenderá de este verano es Inception, un filme difícil de clasificar con la dirección del revitalizador de la franquicia de Batman, Christopher Nolan, que dio vida a Batman Beguins y Batman The Dark Knight.
El verano ha sido así desde 1976, año en que apareció en carteleras Jaws o Tiburón, de Steven Spielberg que cautivó a las audiencias y las hizo gastar su dinero difícilmente ganado en diversión, viendo la película una y otra vez. Después, para coronar al verano como la gran época del cine, apareció Star Wars en 1977 de George Lucas, permaneciendo en carteleras más de un año, de mayo de 1977 a septiembre de 1978, un hito, ganando 309 millones en taquilla, lo que sería ahora 1000 millones de dólares tan solo en EUA pues mundialmente la cifra ascendería hasta los 2 mil 700 millones.
Desde entonces esperamos a que sea verano y esperamos ser maravillados por los artilugios visuales de Hollywood. Pero la formula se desgasta, tras unos treinta y cinco años, las películas no ganan lo que ganaban, se mueren en menos de un mes y no dan más, incluso Avatar de 750 millones, no duró más de cuatro meses a pesar de encumbrarse como la película más taquillera de todos los tiempos. Es superada por Ben Hur y El Imperio Contraataca en dólares ajustados según la inflación.
Entonces ocurrió algo en 1999. Nos prometieron otro filme de Star Wars, la película que inició todo esto, la muy mentada Star Wars, Episodio I, La Amenaza Fantasma, la película más decepcionante de todos los tiempos, a pesar del respaldo de los fans de dicha franquicia. En pocas palabras, se quedó corta, y las ganancias que tuvo se debieron más al respaldo dado a los filmes previos que al presentado. La fama de la pasada trilogía llevó a la gente a las salas a gastar el dinero que no tenían en mera diversión. El episodio 2 fue menos exitoso, un fracaso, una decepción mayor, por eso su taquilla se redujo incluso más. Pero cuando llegó el tercer filme, Episodio 3, La Venganza de los Sith, y regresó Darth Vader simplemente a gritar el NOOOOO! de más penita ajena de todos los tiempos. Puede decirse lo mismo de las secuelas de The Matrix, The Matrix Reloded, y The Matrix Revolutions, las últimas del ogro verde Shrek the Third y Shrek Forever After, o las secuelas de “Piratas de Caribe”, Dead Man´s Chest y At World’s End, las películas de Transformes que sólo son golosina visual y nada de la substancia que tenía la caricatura, en comparación. Y la lista podría prologarse y prolongarse y no parar nunca.
Al parecer, los estudios de Hollywood se preocupan por llenar las carteleras del verano con filmes con mayor substancia, con mayor desafío creativo, como los primeros filmes de Star Wars, Indiana Jones, E.T., que hicieron algo que ya no sucede: una persona compraba una y otra vez boletos para ver más de una vez la misma película (Incluso hasta 100 veces en el caso de Star Wars). Ahora, al decepcionar la película a la primera vista, se abandona y la película en cuestión agoniza en las salas en menos de un mes. Tal vez recupere costos con un impresionante primer fin de semana como el de The Dark Knight, de 158 millones. Pero si se compara con E.T., Star Wars, Indiana Jones, Titanic, y Avatar, estás películas no rompieron records de primer fin de semana sino que poco a poco fueron ganando cifras descomunales, sobreviviendo más de un mes, lo cual hace la película promedio actualmente.
Hollywood cree tener la fórmula del éxito; pero no es cierto, la ha perdido. Y nosotros, el público –aunque seamos de este lado de la frontera y nuestros cineastas se preocupan más por el glamur de los eventos de promoción de sus filmes que en hacerlos y escribirlos--, dejaremos que nos ilusionen con su bazofia, que cuando finalmente veamos, tras meses o años de espera, el tan anhelado filme y seamos decepcionados al final, nos rompan el corazón, y nos hagan sentir vilmente engañados. Entonces, haremos lo siguiente: nos olvidemos del asunto y no regresaremos ni de chiste a verla otra vez, ni siquiera en DVD o TV abierta.
Muy bien podríamos no ir, pero somos como esos amantes enceguecidos que nos gusta que nos rompan el corazón y nos engañen, una y otra vez, y saludo a aquellos que ya lo han superado. Yo por mi parte, he dejado de ver TV –sólo veo los capítulos de estreno de Los Simpsons. Un día maduraré y dejaré de ser engañado, pero por el momento, aun no puedo.

domingo, 30 de mayo de 2010

LA CIENCIA FICCIÓN Y LA LITERATURA LATINOAMERICANA


La ciencia ficción en español suele ser un género subestimado y tildado de poco serio e inmaduro. Un verdadero escritor, como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, jamás escribirían ciencia ficción a menos que se quisieran hacer los graciosos. La mayoría de los escritores sólo siguen la corriente, eso es de gringos inmaduros, soñadores y que no desean crear un verdadero arte serio. Podría uno pretender argumentar en contra de ello, pero sus detractores sacarían a relucir los bodrios más recientes de la maquinaria de chicle bomba sabor fresa de Hollywood, las precuelas de Star Wars, las secuelas de The Matrix, los bodrios de Michael Bay, (The Island, Armagedón y las dos de Transformers), The War of the Worlds, de Spielberg, y la caterva de filmes maquilados sobre superhéroes. Por eso, cuando una editorial como Ediciones B publica mi novela “Último Edén” siendo que mi deber es realizar una apología al respecto.
No sé porque debemos aceptar todo lo comercial sólo cuando viene del norte, por ejemplo, los best sellers, porque no escribir los nuestros y no fumarnos churros como los de Dan Brown y su Código DaVinci, o si es ciencia ficción sólo leer a los grandes autores extranjeros, en especial, los anglosajones como Philip K. Dick, William Gibson o Isaac Asimov. O si es fantasía a la zaga Harry Potter o El Señor de los Anillos, o si son vampiros leer desde Ane Rice o peor aún, a Stephanie y Mayer y su bodrio de Twilight o Crepúsculo. Pero hacerlo como autor latinoamericano, en especial, no iberoamericano, sino latinoamericano, cometer el pecado de escribir algo así es un pecado gravísimo.
La cosa es, si eres latinoamericano, despreciar todo lo del norte, sobre todo sus gustos. Por eso nos eternizamos con dos cosas en la novelística latinoamericano: pasado e historia.
El presente es bueno, pero no tanto como hacer una reconstrucción minuciosa del pasado y criticarlo. Uno de los géneros predilectos de los escasos lectores de novelas es el histórico, es decir, señoras cincuentonas que pretenden hacerse intelectuales y profesionistas que cruzaron la mitad de la vida y desean saber más de su historia. Por eso una novela intimista sobre la subjetividad del autor es bueno y elogiado por la crítica, pero malo para las ventas pues el grupo target es bastante reducido, es decir: sólo son escritores y críticos literarios.
Escribir una novela es lo mismo que escribir un blog: sólo te leen escritores de novelas como a los blogs sólo los leen los escritores de blogs. Quiero que me lean, pero pasar del mes en la mesa de novedades en Sanborns y en las principales cadenas de librerías.
Así que, al parecer, cometí un riesgo enorme al escribir como opera prima una novela de ciencia ficción. Y la editorial que me publicó también lo hizo. Y se preguntarán por qué lo hice.
Esta es la razón. ¿Cuándo se habla del futuro en la literatura latinoamericana? Respuesta: casi nunca. El final de Cien Años de Soledad es un buen ejemplo. Todo es una reconstrucción de la historia de Colombia, pero el futuro, cuando la novela da el primer paso hacia el futuro, el mundo se acaba, hay un huracán, una tormenta, un temblor, y el mundo de Macondo del cual nos enamoramos es destruido y tragado furiosamente por la nada. Eso es el futuro para el latinoamericano promedio: la nada. Yo me adentro en la nada y les digo qué es lo que vi y es algo más que nada. Hay homicidio, exterminio, software neuronal, sistemas operativos de implantes neuronales que son controlados por empresas monopolios llamadas Neurosoftware, gente que lucha desesperadamente por los pocos empleos que hay, un futuro donde ser desempleado es caer al estrato más bajo de la sociedad y convertirse en subhumanos sin derechos humanos, y hay tantos de ellos que el Estado –o lo que resta de este—debe exterminarlos para evitar el estallido social que lo derrocaría. Hay hambre, hay desempleo masivo, hay desesperanza, y el protagonista, un ataraxy, lo único que le importa es que no consiguió el empleo de sus sueños.
Continuará.

lunes, 17 de mayo de 2010

¡Hola! ¿Qué hay de nuevo?



Hola, no es la primera vez que tengo un blog y ya sé de qué va el asunto. Mi primer blog terminó siendo algo frustrante pues su meta era conseguirme empleo o publicarme, casa que fallé. Ahora empiezo este con el fin de promover y hacerle ruido a mi imberbe carrera literaria. Este año, 2010, después de haberme decidido hacerme escritor en el lejano 1994, finalmente publicó mi primera novela "Último Edén" que saldrá con el sello editorial Ediciones B próximamente. La idea es hablar de los temas del momento, comentarios agrios y sarcásticos que hago pero que nadie escucha, y decir lo que opino de todo. Si bien, mi primer blog pretendió ser periodístico, este lo será menos ya que no dispondré de tanto tiempo como con el otro. Así que este post nada más tiene la meta de darme a conocer y ya. Sé que ahora la moda ha cambiado, por eso habrá ligas a mi cuenta de Facebook, pero ¡no!, ¡se los suplico!, ¡no me obliguen!, !nada de Tweeter!
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